Lo que creemos...
- Nosotros creemos en la Iglesia, Una, Santa, Católica, Apostólica y Palmariana.
- Nosotros creemos que, debido a la apostasía de la Iglesia
Católica Romana, Dios en Su Sabiduría infinita, Poder y Providencia,
salvó a Su Iglesia mediante el traslado de la Sede de Pedro de Roma a
Palmar de Troya.
- Nosotros creemos que la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz fue establecida por mandato Divino en diciembre de 1975.
- Nosotros creemos que, por Providencia Divina, el
Arzobispo Pedro Ngo Dinh Thuc confirió el Sacramento del Orden a varios
miembros de nuestra Orden Carmelitana y los consagró obispos con la
autoridad dada a él por Papa San Pío XI.
- Nosotros creemos que Dios ha conferido el Sacramento del
Papado directamente al Obispo Fernando en la ciudad de Santa Fe de
Bogotá, Colombia, quien tomó el nombre de Gregorio XVII y estableció su
Sede en Palmar de Troya, Sevilla, España.
- Nosotros creemos que el Santo Concilio Palmariano
(1980-1992) es un concilio plenamente legítimo, habiendo sido asistido
por el Espíritu Santo a lo largo de su duración. El mencionado concilio
es dogmático y, por tanto, todos los miembros del Cuerpo Místico de
Cristo y todos los demás que desean la salvación eterna están obligados a
creer lo que dicho concilio ha enseñado.
- Nosotros creemos que Papa Gregorio XVII perdió
eventualmente toda su autoridad como Papa, Obispo y miembro de la
Iglesia Católica debido a sus creencias heréticas personales que lo
condujeron a la caída en otros gravísimos errores, incluyendo la
confección de una “Biblia” llamada “Sagrada Historia” o “Biblia
Palmariana.”
- Nosotros creemos que la Biblia, o las Sagradas
Escrituras, que la Iglesia Católica ha utilizado por los últimos 16
siglos, es y siempre será la única verdadera y es infaliblemente libre
de errores, como fue definido por el Santo Concilio de Trento y
reafirmado explícitamente por Papa León XIII (encíclica “Providentisimus
Deus”), Papa Benedictus XV (encíclica “Spiritus Paraclitus”) y Papa Pío
XII (encíclica “Divino Afflante Spiritu”).
- Nosotros creemos que un Papa es infalible en sus
enseñanzas a la Iglesia en cuanto fe y moral, siempre que él no haya
perdido su infalibilidad y autoridad a causa de pecado de herejía
personal. Esto indica el canon 188.4 del Código Canónico de la Iglesia
Católica (del año 1917) y es enseñado por Papa Inocencio III (véase
punto 10):
- "Es necesario obedecer a un Papa en todas las cosas,
siempre que él no vaya en contra las costumbres universales de la
Iglesia. Pero si él va contra las costumbres universales de la Iglesia,
él no debe ser seguido.” De la encíclica “De Consuetudine”
- Creemos que desde cuando Papa Gregorio XVII había caído
en herejía formal: Todas las leyes, declaraciones, enseñanzas, anuncios,
proclamaciones y prohibiciones por Papa Gregorio XVII y cualquier otro
en comunión con él, deben ser considerados como dudosos. Por
consiguiente nadie está obligado a obedecer, cumplir ni creerlos, puesto
que desde entonces él ya no tuvo ninguna autoridad papal, episcopal,
sacerdotal o cristiana cualesquiera, ni los que están en comunión con
él, salvo aquellos que por ignorancia invencible no saben que él había
caído en herejía. Esta enseñanza se indica en los puntos 9 y 10 arriba y
es respaldada por la autoridad mencionada en estos puntos.
- Nosotros creemos que, bajo circunstancias normales, un
Papa tiene la autoridad de nombrar a su sucesor. Quiere decir, que
después de la muerte del Papa y una vez aceptado el cargo, el obispo
nombrado es el legítimo sucesor y Papa.
- Nosotros creemos que, como Papa Gregorio XVII había caído
en herejía formal antes de nombrar a su sucesor, el nombramiento que
hizo fue y es absolutamente inválido. Además, el obispo nombrado como
sucesor (Padre Isidoro Maria) no está en ninguna posición de aceptar el
oficio de Papa, puesto que también él había caído en herejía formal
antes del nombramiento por haber aceptado la herética “Biblia
Palmariana”, dejando de ser un miembro de la Iglesia desde aquel
momento. Por tanto creemos que en la verdadera Iglesia, Una, Santa,
Católica, Apostólica y Palmariana, la Sede de Pedro está actualmente
vacante hasta que, por Divina Providencia, sea elegido otro Papa desde
el seno de la misma.
- Nosotros creemos que, cuando un miembro de la verdadera
Iglesia apostata, los fieles que puedan hacerlo, tienen no solamente un
derecho, sino un deber de comunicar con él con verdadero amor y caridad
con el propósito de ayudarle a volver a la verdadera fe. Esto es
enseñado en numerosos episodios del Evangelio así como en otras muchas
fuentes de la Doctrina Católica.
- Nosotros creemos que los familiares de un miembro
legítimamente excomulgado de la Iglesia tienen el derecho y el deber de
comunicar con el excomulgado a fin de ayudarle a arrepentirse de su
grave error, para que la excomunión pueda ser levantada y la persona
pueda volver a aprovechar de los sacramentos y gracias de la Iglesia,
como se enseña en la Teología Moral de la Iglesia Católica.
- Nosotros creemos que, por especial Providencia de Dios,
Su continuo derramamiento de gracias y por nuestra pobre correspondencia
a la misma, seguimos siendo miembros de la Orden de los Carmelitas de
la Santa Faz en compañía de Jesús, Maria y José, que fue establecida en
diciembre de 1975 con el propósito de la continuidad de la verdadera
Iglesia, lo cual conlleva necesariamente la sucesión apostólica.
Orden de los Carmelitas de la Santa Faz en compañía de Jesús, María y José